Para quien quiera saber cómo empezó todo... siempre he cantado, aunque no muy hábilmente, pero sabía cómo debía encaminar mis esfuerzos. Tras algunos años intentando aprender a tocar la guitarra sin mucho éxito, me aventuré con dos compañeras de instituto y formamos una banda de tres, obligándome a estudiar sobre la marcha. Mey-Be, nuestras iniciales con el verbo "ser", no se sostenía musicalmente, no teníamos medios ni conocimientos, así que no me explico cómo llegamos a dar tantos conciertos con tantísimo público que siempre nos acompañaba.
Fueron unos años increíbles, habíamos creado una gran comunidad y yo había pasado de ser invisible a ser popular y a sentirme querida. Todo ello acabó cuando me fui, me marché porque había crecido, me había dado cuenta del desastre y ellas no lo vieron.
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